Qué Extraño

 Qué extraño 

La parte bonita de extrañar a alguien empieza por las cosas pequeñas, esas que en tu inconsciencia le robaron una risa al alma, recuerdos y más recuerdas.

Ayer recordé tu zapato en aquella esquina, y tus ojitos al despedirte. 

Cómo olvidar tu olor y tus manos escurridizas, tu canción, y mi canción. 

Extrañar es la parte bonita y a la vez cruel, extrañas cuando te marchas, extrañas cuando no le ves, extrañas solo por extrañar, extrañas así porque si, porque a tu corazón se le dió la gana. 

Anoche recordé tus mejillas, y tu risa. 

Volví a verme en ese espejo, y me sonrojé. Escuché canciones y pensé en lo bonito que es echar de menos a alguien o a algo, también puede ser, también puede pasar y pasa. 

Hoy no te extrañé, quizás lo haga mañana, no siempre extrañas, no extrañas para siempre, no debes hacerlo. 

Pero ojalá que me recuerdes cuando te levantes, y cuando desayunes a poquitos, cuando te bañes y cambies, y te vistas y camines, también cuando almuerces y cuando te recuestes, cuando te pongas pijama, y te haga falta cuando te la quites, bromas, solo cuando respires y expires, ahí te lo permito. 

Quizás hoy es mi día, y mañana el tuyo, pasado fue el nuestro. Y si ayer recordé, mañana quizás tú recuerdes, pero hoy olvidé extrañar, y es ahí cuando la parte bonita de extrañar, también es un recuerdo.